domingo, 30 de noviembre de 2008

Los domingos

Los domingos parece que se para el tiempo, es como si estuviera prohibido avanzar. Parece que todo el mundo se pone de acuerdo para que sea así. Yo cuando sea mayor, sí cuando sea mayor, porque a pesar de tener 20 años no me considero mayor, ya que, todavía no puedo tomar mis propias decisiones. Pues eso, yo cuando sea mayor no voy a dejar que los domingos sean los que decidan por mí, seré yo la decida por mí misma.
Los domingos son especiales, es el único día que consigue que pase de estar triste y apática, a estar feliz y con ganas y fuerzas de afrontar la semana que comienza.
Los domingos me levanto con resaca, con resaca de sentimientos y emociones, quizás por eso me cueste tanto levantarme y afrontar el día.
Sea por lo que sea, los domingos no son un día más.

sábado, 29 de noviembre de 2008

Palabras

No me gusta no poder decir las cosas . Quizás sea un defecto y muchas veces se pueda venir en tu contra, pero sólo vivimos una vez y nunca me perdonaría haberme quedado sin decirle algo a alguien porque, simplemente es demasiado tarde. Creo que es mentira eso que se dice de que es mejor callarse algunas cosas, yo pienso que la cuestión está en como se dicen más que en que se dice. Todos tenemos derecho a decir lo que pensamos y sentimos, simplemente hay que saber la manera adecuada de expresarlo, algo que muchas veces resulta difícil pues no puede el corazón.
La verdad es que me considero cobarde porque a pesar de decir las cosas y nunca guardarme nada, soy cobarde porque el valiente es capaz de mirar a esa persona a los ojos y decirle lo que sea. Yo, en cambio, todavía no he logrado eso y creo que nunca lo lograré. Tengo demasiado miedo.

Por ti

A veces, cuando uno menos se lo espera aparece en tu vida una nueva persona, así es el destino de particular. Que esa persona siga formando parte de tu vida, ya no depende del destino, sino de uno mismo. Hay que saber valorar las oportunidades que te brinda el destino y no dejarlas pasar porque entonces quizás sea demasiado tarde.
Hay personas que no quieren que te cruces en su camino sino que como mucho vayas a su lado, pero otras en cambio, que te regalan el formar parte de su vida. Y son esas personas por las que merece la pena luchar aunque por el camino haya que tropezar, caerse y tener que volver a levantarse.
Cada caída es dura pero siempre lo es mucho menos si después aparecen personas que te devuelven la ilusión y hacen que cada mañana tengas un motivo para levantarte.
Sin duda, son esas personas las que hacen que esta vida tenga sentido y junto a las que quiero caminar mi camino.