sábado, 5 de junio de 2010

El colegio

Desde bien pequeña siempre he ido un poco a contracorriente. Cuando estaba acabando el verano, y todo el mundo quería que durara más tiempo, yo quería que empezaran las clases. Para mí el comienzo de cada curso era un motivo de alegría. Recuerdo los nervios del día anterior al comienzo de las clases, como siempre me costaba dormirme, como preparaba el uniforme y la mochila con los bolis y libretas aun sin estrenar. El primer día de clase era el reencuentro con los compañeros, la curiosidad de ver si había alguien nuevo en clase y descubrir si el verano había cambiado a la gente o si todo seguía donde lo habíamos dejado en junio. Ahora, a veces, todavía añoro la ilusión y los nervios del primer día de clase.
Aunque sin duda lo que más añoro del colegio es: el recreo. El estar pendiente del reloj en todo momento, para saber cuanto queda poder salir corriendo de clase y salir a jugar al recreo. De mayores, ya no jugamos. No se tiene esa inocencia de ser feliz con tan poco: un balón, un comba, unos tazos o incluso simplemente corriendo. Nunca entendí porque cuando uno se iba haciendo mayor parecía que no podía disfrutar tanto del recreo, parecía que eso era para los niños. Como si el divertirse jugando estuviera prohibido a partir de cierta edad.
Quizás cuando estamos en el colegio no nos demos cuenta de la suerte que tenemos de poder ir al colegio. Es mucho más importante de lo que pensamos. Ahí es donde seguramente haremos los primero amigos, donde nos formaremos como personas, donde vemos por primera vez lo que es un examen, donde aprenderemos a respetar, donde nos llevaremos las primeras desilusiones con la gente y donde tomaremos la decisión de qué hacer con nuestro futuro.
Todo el mundo, todos los niños deberían de tener la oportunidad de recibir esa educación, y duele ver como aquellos que tienen los medios no lo valoran y otros, en cambio, crecen esperando poder tener un pupitre y una clase.

2 comentarios:

Maitasun dijo...

Que entrada más bonita, me has recordado mis tiempos del cole...

Muchas gracias por participar... Me voy a poner ahora con lo de las vacaciones!

Besotes

Summer dijo...

Mmm... el olor de los libros nuevos, el tacto de las libretas a estrenar... Ya no es lo mismo, pero a veces aún intento recuperar esa sensación.
Ojalá todo el mundo pudiera disfrutar de todas las cosas especiales que has dicho.